Foto final de partido contra Gines, 18 de junio de 2021 |
La temporada 2020/21 comenzaba en
septiembre de 2020 con muchas incertidumbres sobre su desarrollo en ese momento,
como no podía ser de otra manera debido a la pandemia provocada por la covid-19.
Aun así, el compromiso del Club Baloncesto Fresas y sus principales
responsables fue en todo momento tan grande que no teníamos ninguna duda de que,
si había alguna posibilidad de tener una temporada mínimamente normal, la
íbamos a tener.
La categoría Alevín del Club
Baloncesto Fresas iniciaba la temporada con entrenamientos en el Centro
Deportivo Mendigorría y el empuje entusiasta de nuestro entrenador, Ismael
Orozco, a la espera de que las planificaciones de contingencia con respecto al
desarrollo de la temporada, así como lugar de entrenamiento definitivo y
competiciones, se determinasen por los organismos y clubes implicados lo antes
posible. Todo esto ocurría durante las primeras semanas de septiembre, mes que
nos dejaría con ciertas certidumbres con respecto a las cuestiones
anteriormente planteadas pero también con grandes preocupaciones y ausencias.
Ismael Orozco abandonaría el club por motivos profesionales a finales de dicho
mes y varios de los niños de la categoría alevín, veteranos en el club, también
nos dejarían por diversos motivos.
Los entrenamientos se iniciaron
de modo regular y en el horario previsto en octubre. Afortunadamente pudimos
seguir contando con las instalaciones del Colegio SAFA de la calle Fresas
aunque con las restricciones pertinentes, como que los entrenamientos fuesen a
puerta cerrada. En principio se anunciaban tanto la competición en la liga
federada como en la liga IMD. Los inicios propuestos para ambas competiciones
eran finales de noviembre, para la federada, e inicios de 2021, para la liga
IMD. La liga federada se desarrollaría, para sorpresas de todos, sin grandes
sobresaltos sobre las fechas previstas. Sin embargo, la liga IMD no llegaría a
iniciarse y, por tanto, no llegó a disputarse ningún partido correspondiente a
esa competición.
Los niños que conformaban la
categoría alevín del Club Baloncesto Fresas serían diferenciados en dos grupos:
el grupo del equipo federado, formado por niños que no eran nuevos en el club,
y el grupo del equipo IMD que quedaría configurado por todos los niños de
reciente ingreso en el club más, de ser necesario, algunos otros del equipo
federado que el club determinase.
Tras la marcha de Ismael Orozco como
entrenador, la incertidumbre se adueñó del grupo. Eduardo J. Solís (Edu),
director deportivo del club, se haría cargo de los entrenamientos y los
partidos hasta que tuviésemos un entrenador para la temporada. El primer
entrenador en llegar, a las pocas semanas, fue Sergio Acevedo, sin embargo, el
hecho de estar ya comprometido con el equipo federado alevín de Gines no le
hacía apto para poder llevar a nuestro equipo federado en la misma competición,
por lo que seguíamos necesitando un entrenador para llevar a ese grupo. Al poco
tiempo llegaría Diego J. Rodríguez, quien se haría cargo finalmente de los
entrenamientos y los partidos del equipo federado.
La suerte quiso que quedásemos
encuadrados con los equipos del Club Náutico, Club Deportivo Claret y Club
Deportivo Careba en la primera fase de la competición federada, jugada en modalidad
de liga a doble partido. Los dos primeros se clasificarían para jugar las
posiciones primera a octava en una segunda fase, mientras que los dos últimos
disputarían las posiciones novena a décimo quinta en esa segunda fase. En total
eran quince los equipos inscritos en la liga federada de la categoría Minibasket,
un número menor al habitual por razones fáciles de imaginar.
Nuestro primer partido fue contra
el Club Náutico en sus instalaciones a finales de noviembre. Nuestras
aspiraciones, con un equipo muy nuevo donde había muchos niños de primer año,
sin haber jugado ningún partido amistoso previo, con entrenador recién llegado
y ante un rival históricamente fuerte, eran bastantes humildes. Básicamente
llegábamos al Club Náutico con el objetivo de que no nos cerrasen el marcador,
objetivo que se logró para gran alegría de los niños integrantes del equipo.
(En competición Minibasket federada el marcador se cierra cuando un equipo
alcanza una ventaja de al menos 40 puntos en el marcador).
Durante esta primera fase no se
conseguiría ninguna victoria y cerraríamos el grupo últimos. Sin embargo,
cabría destacar el partido de ida contra el equipo del colegio Claret, en las
instalaciones de dicho colegio, donde llegamos al último minuto con opciones de
victoria, así como una remontada contra el propio equipo del colegio Claret en
el partido de vuelta. Remontada no completada que nos llevó de tener el
marcador casi cerrado en nuestra contra a disputar el partido en los últimos
minutos del mismo.
Mientras tanto, los
entrenamientos se sucedían con cierta normalidad aunque sujetos a los cambios
de horarios que las restricciones marcadas por la pandemia imponían. El número
de niños que atendían a los entrenamientos se mantuvo aceptablemente estable
durante todo este tiempo, se pasó a entrenar con las mascarillas puestas y los
niños pudieron disfrutar de los ratos de baloncesto y amistad con los que
habían contado al inicio de la temporada y que tanto necesitaban.
En enero llegaría el sobresalto
de saber que nuestro entrenador, Diego J. Rodríguez, tenía que someterse a una
operación en la rodilla y que lo perderíamos al menos por un periodo de dos
meses. Periodo en el que, de nuevo, nuestro director deportivo, Eduardo J.
Solís, con gran sacrificio personal y compromiso por el club y los niños, se
haría cargo del equipo, tanto de sus entrenamientos como de sus partidos.
La segunda fase de la competición
se dividiría en dos subfases: una primera, consistente en una liga a una única
vuelta para hacer una preclasificación, y otra segunda, consistente en una
competición por eliminación directa a dos partidos contra los equipos que
correspondiese a cada uno según la preclasificación obtenida anteriormente.
Esta primera subfase comenzaría de modo decepcionante frente al equipo del colegio
Claret en sus instalaciones. Después de dos partidos competidos contra ellos,
nos esperaba una amplia derrota que, sin duda, marcó un momento de gran
decepción en el grupo. Las sensaciones en el siguiente partido, donde nos enfrentábamos
al equipo de Gines dirigido por Sergio Acevedo, serían bastante mejores. Este
partido, jugado en nuestras propias instalaciones, fue muy disputado aunque, finalmente,
el equipo de Gines ganaría el partico por ocho puntos.
La competición seguía y nuestro
entrenador titular, Diego J. Rodríguez, regresaba a mediados de abril tal y
como estaba previsto. Nuestro tercer partido de esta primera subfase de la
segunda parte de la temporada se disputaría en Alcalá contra el Club Baloncesto
Qalat el viernes 16 de abril. Las comparativas de las estadísticas de los
partidos previos hacían presagiar que esa podría ser nuestra primera victoria,
como así fue. Un partido bonito en el que nos impusimos desde el primer momento
llegando, incluso, a cerrar el marcador. El siguiente partido, contra el equipo
de Écija, se prometía complicado. No en vano Écija sería el equipo que se
alzaría con la novena plaza en esta parte final de la competición. Fue un
partido duro para nosotros. Se comenzó de un modo esperanzador disputando e,
incluso, llegando con ventaja al final de primer periodo, pero pronto Écija
impondría su mayor ritmo de competición y lograrían una victoria fácil. Para
nuestro próximo partido, a disputar el 2 de mayo, contra el equipo de Utrera,
las estadísticas comparadas dejaban margen a la esperanza. Dicho partido no se
dio nada bien y perdimos por una amplia diferencia que, de ningún modo,
reflejaba el auténtico equilibrio entre ambos equipos. Esta primera subfase
acabaría con una previsible y cómoda victoria frente al equipo de Coria en
casa.
Nuestra posición tras la disputa
de esta liga a una única vuelta fue la quinta de un total de siete equipos. Para la segunda subfase, el primer equipo,
Écija, quedaría exento de la primera eliminatoria y a nosotros nos
correspondería jugar contra Utrera a doble partido. Ocasión que nos reservaba
el destino para demostrar que lo ocurrido en el primer partido contra ellos no
se correspondía con los niveles reales de ambos equipos. De hecho, sería en
esta eliminatoria contra Utrera cuando el equipo mostraría una gran mejoría con
respecto a lo que habíamos visto durante toda la temporada, logrando dos claras
victorias en días consecutivos y quedando emplazados a jugar la siguiente
eliminatoria contra Écija. En esta eliminatoria las diferencias entre ambos
equipos fueron claras y Écija lograría sendas victorias.
La competición acabaría el
viernes 18 de junio en Gines contra el equipo de Sergio Acevedo en una pugna
por la undécima plaza a partido único. Posiblemente este haya sido el partido
más completo del equipo, jugando de cara a cara al equipo de Gines y dominando
el marcador durante amplias partes del partido. Finalmente, un último minuto de
gran fortuna para los de Gines nos hizo perder el partido y la undécima plaza
por una diferencia de cuatro puntos.
Las sensaciones que dejó el final
de la temporada fueron muy positivas y el duodécimo puesto se aceptó como una
recompensa muy satisfactoria a un año complicado marcado por las ausencias
iniciales, la pandemia, los cambios de entrenadores y la constante
incertidumbre de no saber si los partidos acabarían disputándose o no.
Mientras tanto, los niños que no
estaban inscritos en el equipo federado vieron cómo la competición de la liga
IMD no daba noticias y, finalmente, no se disputaba. Gracias al compromiso del
club, lograron jugar un partido con el equipo IMD del Club Deportivo Careba en
una jornada festiva de gran disfrute y alegría para todos ellos.
Como comenzábamos diciendo, este
ha sido un año muy especial donde lo más importante es que los entrenamientos
han permitido que los niños hayan podido vivirlo como un año dentro de una
cierta normalidad de juegos, amistad, esfuerzo, aprendizaje, competitividad… y
todo gracias al férreo compromiso de los responsables del Club Baloncesto
Fresas por el proyecto que el club significa para todos. En nombre de los
padres de los niños que han conformado la categoría alevín del Club Baloncesto
Fresas en la temporada 20/21 quiero dar las gracias a todos ellos y, en
especial, a Manuel Rodríguez Oliva y Eduardo J. Solís, presidente y director
deportivo del club respectivamente. Debemos congratularnos también de que no
hubo constancia en ningún momento de trasmisión del virus de la covid-19 en
nuestros entrenamientos ni hubo ningún suceso de aislamiento o suspensión de
partido por infección de nuestros jugadores.
Acabamos la temporada 2020/21
pensando ya en la próxima y confiando que solo se den las preocupaciones
deportivas y organizativas propias de un club de baloncesto. Los niños de 2009
que formaban parte del grupo alevín de este año cambiarán de categoría la
próxima temporada. Tendrán un año duro de transición a las canastas de altura
oficial y balón senior, pero estamos seguros de que todos disfrutarán con los
cambios y se esforzarán al máximo para una fácil y rápida adaptación a la
categoría. Los de 2010 pasarán a ser jugadores alevines de segundo año y
deberán asumir la responsabilidad del equipo como jugadores veteranos en la
categoría. Los benjamines de 2011 pasarán a ser alevines en septiembre. A todos
ellos, les deseamos muchos ratos de alegría, amistad y satisfacción practicando
este deporte y, a ser posible, dentro del Club Baloncesto Fresas.
Los niños
integrantes de la categoría Alevín del Club Baloncesto Fresas en la temporada
2020/21 fueron Gonzalo Campos, Francisco Carrasco, Lasse de Diego, Cristóbal
Escalona, Rafael Espínola, Carlos Espinosa, Pedro García, Martín Gil, Guillermo
Gutiérrez, Daniel Jiménez, Lorenzo Jiménez, Raphael Martínez, Marcos Mesa,
Gonzalo Rodríguez, Teo Rivas, Santiago Roelas, Mario Romero, Jaime Villar y
Pedro Yanes.
Rafael Espínola García. Delegado del equipo mini del Club Baloncesto Fresas,
temporada 20/21
Un, Dos, Tres,...¡¡ FRESAS!!
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