Crónica de Tres Jornadas
intensas
Pues
si... las cosas de los ajustes de calendario propiciaron que el comienzo de la
temporada deparara tres jornadas en cuatro días que pusieron a prueba la
consistencia –y sobre todo las piernas-
de nuestros chicos de categoría cadete. Un esperanzador balance positivo de dos
victorias y una derrota contra rivales de todos los niveles, que vamos a
desglosar con más detalle.
C.B. Fresas – Escuela
Baloncesto R. Betis Energía Plus Verde
La
primera jornada se había aplazado y se presentaba como el típico partido trampa
de comienzo de temporada, en el que no has tenido oportunidad de valorar la
trayectoria del rival ni sabes demasiado bien como va a responder tu equipo. El
relevo generacional ha sido importante y heredar los galones de la brillante
trayectoria de los cadetes de la temporada pasada no es cualquier cosa.
El
equipo bético, como suele ser habitual, mostraba una presencia física
importante que nuestros chavales supieron superar desde el principio con una
defensa brillante, bien concebida en la pizarra y mejor entrenada en la
pista, que sorprendió de salida a sus
rivales. En pocos minutos griparon el ataque contrario abriendo una brecha en
torno a los ocho-diez puntos que se cronificó a lo largo del partido.
Esa
fue una tónica recurrente durante todo un encuentro en el que nuestro equipo
mantuvo un colchón breve pero suficiente para no pasar apuros, ya que las aproximaciones en el marcador de los
verdiblancos -nunca a menos de siete puntos y basadas en un rebote poderoso y
en algunas individualidades interesantes- eran rápidamente correspondidas con
arreones en los que los robos de balón y las rápidas transiciones de nuestros
escoltas y aleros y la briega constante
de nuestros pivots volvían a poner las cosas en su sitio.
Así
se alcanzaron diferencias de hasta quince puntos que permitieron llegar al
último cuarto con la sensación de que el partido no se escaparía, pese a que
los lapsus en la circulación de balón en ataque contribuyeran a que nunca se
pudiera dar el partido por ganado.
Prueba
superada, con los veteranos Miguel Farnés y Luis Pedroche tirando del carro y
ejerciendo el liderazgo en la pista a la hora de percutir contra la zona
tres-dos con la que quisieron hacer un último intento los rivales. Junto a
ellos, la briega defensiva y los puntos de Lete y Jose y el bullir constante de
Pepe, como representantes del esfuerzo colectivo, sirvieron para llegar al
final con doce puntos de diferencia (63-51) y la sensación de que el equipo
supo gestionar bien su superioridad técnica, aunque aún podría dar mucho más de
sí.
C.B. Quijote – C.B. Fresas
La
tarde del domingo no estaba para muchas alegrías, gris y lluviosa, y poco
amable para ponerse en carretera aunque fuera solo hasta la vecina localidad de
Los Palacios, donde esperaba un equipo que se había estrenado con un serio
correctivo del Coria la jornada anterior.
Aunque
rápidamente se pusieron de manifiesto las diferencias, ya que el ritmo
verdinegro resultaba difícil de seguir por el contrario, Edu Solís apostó por
la máxima intensidad defensiva a la hora de no facilitar unas canastas rivales
que se habían producido con excesiva asiduidad en los primeros compases. Bastó
una mayor concentración en la defensa individual para empezar a ampliar unas
ventajas en el marcador que permitieron la rotación de todo el equipo sin que
los parciales se resintieran demasiado.
De
este modo, Pepe asumió el protagonismo bajo los tableros ante los escasos
minutos de Miguel Farnés, que -tocado como andaba- necesitaba descanso,
aprovechando su envergadura en la pintura mientras los aleros enchufaban hasta
ocho triples en el mano a mano compartido por Luis Pedroche y Jose Cutiño.
Todos
tuvieron sus minutos y su oportunidad de ir adquiriendo automatismos en el
juego de equipo que tendrán que aplicar a compromisos más exigentes, toda vez
que la rotación del equipo palaciego ofreció escasa resistencia cada vez que
nuestros jugadores incrementaban la tensión en defensa y la cooperación en
ataque. Ahí destacó la sobriedad de Manu, las estéticas canastas de Adrián y el
atleticismo de un Dani Kuba que llega a todos los balones y cada vez resulta
más ordenado en todas sus acciones.
Al
final, 29-101 para nuestros cadetes y la sensación del deber cumpido a la
espera de los partidos más calientes de esta fase.
C.B. Fresas – C.D. Náutico
Sevilla
Tras
dos partidos en tres días y un balance de 2-0, tocaba visita al dentista –que
diría Caparrós- aunque en este caso el dentista venía a nuestra casa. Un
Náutico que aspira a reeditar su brillante temporada pasada venía a dilucidar
el partido por el liderato del grupo tras dar buena cuenta de un Coria siempre
potente.
Los
de la vera del río no se andan con paños calientes y, desde el salto inicial,
ya pusieron de manifiesto porqué son el Coco del grupo. Presencia física,
buenos fundamentos y una disciplina férrea para aplicar una defensa asfixiante,
defensa que cortocircuitó nuestra salida de balón hasta sacar del partido a más
de uno de nuestros chavales en un primer cuarto que marcó el partido.
Aún
así, hubo fases del encuentro en que se logró mantener unos parciales
aceptables volviendo a la zona que tan buenos réditos ofreció en el primer
partido. Desafortunadamente, esos períodos de sequía anotadora del rival no
encontraron correspondencia en un ataque en el que nos faltó la paciencia
imprescindible para circular el balón y encontrar buenas posiciones de tiro.
Solo Pepe fue capaz de anotar con cierta continuidad a pesar de que su
envergadura resultaba menos determinante ante los centímetros que acumulaba
Náutico en la zona.
La
amplia derrota final sirve para
enseñarnos la altura del peldaño que
hay que subir desde la confortable clase media a la exigente élite de la
categoría. Sin embargo, la lectura positiva es que nuestros cadetes en un muy
mal día a la hora de ejecutar los conceptos entrenados, no se fueron del
partido y, desde el primero al último siguieron trabajando hasta el último
momento.
Las
caras serias al finalizar pusieron de manifiesto que el equipo tiene orgullo y
no está dispuesto a tirar ningún partido, y asi es como se crece. El próximo
partido en casa del C.B. Coria L será la mejor piedra de toque para definir
dónde estamos y dónde podemos llegar.