23 de enero de 2017

Abonados a la angustia. Cadete Masculino FAB


Complicada faena para los cadetes masculinos, con dos partidos de alta exigencia en el equilibrado grupo que disputa la Copa Sevilla de la Federación. Eso, unido a la montaña rusa emocional en que se ha convertido el devenir de este equipo por la competición, nos deparó dos buenos espectáculos, tan intensos como angustiosos.

En el primero tocaba rendir visita al que puede ser el equipo más talentoso del grupo: el Betis E+ B, formado por los infantiles de segundo año y alto nivel del eterno Caja. Un equipo de la élite nacional en su categoría, que cuenta con un valor seguro en Álvaro Herrera, MVP de la última Minicopa.

Un partido difícil que nuestro equipo, mermado por la baja de Luis Pedroche –lesionado en el tobillo- afrontó con intensidad y acierto durante tres cuartos en los que las diferencias siempre fueron cortas en favor de una u otra escuadra (no más de seis puntos) y eran rápidamente enjugadas para mantener la alternancia en el marcador.

Es verdad que, tras un inicio titubeante, fueron los cadetes verdinegros los que parecían llevar  la iniciativa en esas rentas cortas. De hecho, probablemente esas diferencias se hubieran ampliado favorablemente si las buenas defensas se hubieran visto premiadas en ataque, donde era difícil encontrar tiros fáciles por la buena transición ataque-defensa de los béticos y cierta premiosidad a la hora de interpretar las posibilidades que ofrecía la ventaja física que podíamos tener en algunos emparejamientos. A más inri, las apariciones de Álvaro Herrera eran determinantes para desatascar el ataque blanquiverde y mantener las espadas en alto.

Aún así, un robo de Jose Cutiño seguido de asistencia y canasta de Pablo González a falta de pocos segundos nos permitió llegar al último cuarto con cuatro puntos arriba y muy buenas vibraciones.

Pero en el último cuarto vino el apagón, especialmente tras una técnica extraña a un enorme Arturo, al atribuirle el árbitro un grito sobre el lanzador –en realidad de otro compañero del del mismo equipo-lo que nos costó un tiro libre y un triple contra tablero en la posesión posterior.A partir de ahí, fue remar contra corriente contra un Betis que supo gestionar y ampliar su ventaja hasta el final (50-40), una ventaja muy engañosa para los méritos de uno y otro, que habrá que equilibrar en la vuelta. En los números, con los puntos muy repartidos, destacar los doce rebotes de Arturo y los ocho robos de Jose Cutiño, además de los dos tapones de Pablo González.

El sábado se planteó la segunda batalla, contra un PGSport de Alcalá de Guadaira excelentemente armado, que la semana anterior había dado buena cuenta de la Escuela Betis Verde (2º año). Sin embargo, la buena salida de los nuestros abrió una brecha que los alcalareños tardaron en exceso en cerrar, a pesar de lo cual, la falta de fluidez de los ataques verdinegros impidió romper definitivamente el partido, dejando la diferencia –que llegó a los catorce- en once puntos al descanso.

Con el retorno de los vestuarios vino la reacción alcalaína y la torrija de los nuestros. Los jugadores de gris parecían ir en patines frente al ritmo cansino de los cadetes de Fresas. Aparecían por todos lados para llegar bajo el aro y anotar canastas fáciles mientras los de casa nos perdíamos en circulaciones imposibles terminadas en malos tiros, pérdidas o violaciones. La sombra de la duda ya era una certeza cuando se empezó el último cuarto con solo cuatro  puntos de ventaja de los nuestros y en un visto y no visto nos empataron el partido.

Y ahí surgió la casta y se nos apareció la Virgen en un par de jugadas enredadas que se resolvieron con un triple espectacular de Lete y un robo con canasta de un iluminado Javi Núñez. El equipo visitante, que no había culminado su espectacular remontada poniéndose por delante cuando lo tuvo todo de cara, se fue del partido con dos técnicas por protestar al árbitro, y siete puntos de Miguel Farnés para un parcial final de 14-0 que terminó por establecer una diferencia, algo excesiva tras el susto, de 50-36.

Hasta tres de los nuestros llegaron a los dobles dígitos en puntos: Pepe (once), Lete y Miguel (la decena cada uno). Los rebotes los pusieron Pepe y Miguel, con siete cada uno, mientra los robos fueron cosa de Lete y Jose Cutiño con cinco por cabeza.


La semana que viene, con tres partidos, más y mejor.

Jose Carlos Cutiño