Complicada faena para los cadetes
masculinos, con dos partidos de alta exigencia en el equilibrado grupo que
disputa la Copa Sevilla de la Federación. Eso, unido a la montaña rusa
emocional en que se ha convertido el devenir de este equipo por la competición,
nos deparó dos buenos espectáculos, tan intensos como angustiosos.
En el primero tocaba rendir
visita al que puede ser el equipo más talentoso del grupo: el Betis E+ B,
formado por los infantiles de segundo año y alto nivel del eterno Caja. Un
equipo de la élite nacional en su categoría, que cuenta con un valor seguro en
Álvaro Herrera, MVP de la última Minicopa.
Un partido difícil que nuestro
equipo, mermado por la baja de Luis Pedroche –lesionado en el tobillo- afrontó
con intensidad y acierto durante tres cuartos en los que las diferencias
siempre fueron cortas en favor de una u otra escuadra (no más de seis puntos) y
eran rápidamente enjugadas para mantener la alternancia en el marcador.
Es verdad que, tras un inicio
titubeante, fueron los cadetes verdinegros los que parecían llevar la iniciativa en esas rentas cortas. De
hecho, probablemente esas diferencias se hubieran ampliado favorablemente si
las buenas defensas se hubieran visto premiadas en ataque, donde era difícil
encontrar tiros fáciles por la buena transición ataque-defensa de los béticos y
cierta premiosidad a la hora de interpretar las posibilidades que ofrecía la
ventaja física que podíamos tener en algunos emparejamientos. A más inri, las
apariciones de Álvaro Herrera eran determinantes para desatascar el ataque
blanquiverde y mantener las espadas en alto.
Aún así, un robo de Jose Cutiño seguido
de asistencia y canasta de Pablo González a falta de pocos segundos nos
permitió llegar al último cuarto con cuatro puntos arriba y muy buenas
vibraciones.
Pero en el último cuarto vino el
apagón, especialmente tras una técnica extraña a un enorme Arturo, al
atribuirle el árbitro un grito sobre el lanzador –en realidad de otro compañero
del del mismo equipo-lo que nos costó un tiro libre y un triple contra tablero
en la posesión posterior.A partir de ahí, fue remar contra corriente contra un
Betis que supo gestionar y ampliar su ventaja hasta el final (50-40), una
ventaja muy engañosa para los méritos de uno y otro, que habrá que equilibrar
en la vuelta. En los números, con los puntos
muy repartidos, destacar los doce rebotes de Arturo y los ocho robos de Jose
Cutiño, además de los dos tapones de Pablo González.
El sábado se planteó la segunda
batalla, contra un PGSport de Alcalá de Guadaira excelentemente armado, que la
semana anterior había dado buena cuenta de la Escuela Betis Verde (2º año). Sin embargo, la buena salida de
los nuestros abrió una brecha que los alcalareños tardaron en exceso en cerrar,
a pesar de lo cual, la falta de fluidez de los ataques verdinegros impidió
romper definitivamente el partido, dejando la diferencia –que llegó a los
catorce- en once puntos al descanso.
Con el retorno de los vestuarios
vino la reacción alcalaína y la torrija de los nuestros. Los jugadores de gris
parecían ir en patines frente al ritmo cansino de los cadetes de Fresas.
Aparecían por todos lados para llegar bajo el aro y anotar canastas fáciles mientras
los de casa nos perdíamos en circulaciones imposibles terminadas en malos
tiros, pérdidas o violaciones. La sombra de la duda ya era una certeza cuando
se empezó el último cuarto con solo cuatro
puntos de ventaja de los nuestros y en un visto y no visto nos empataron
el partido.
Y ahí surgió la casta y se nos
apareció la Virgen en un par de jugadas enredadas que se resolvieron con un
triple espectacular de Lete y un robo con canasta de un iluminado Javi Núñez.
El equipo visitante, que no había culminado su espectacular remontada
poniéndose por delante cuando lo tuvo todo de cara, se fue del partido con dos
técnicas por protestar al árbitro, y siete puntos de Miguel Farnés para un
parcial final de 14-0 que terminó por establecer una diferencia, algo excesiva
tras el susto, de 50-36.
Hasta tres de los nuestros
llegaron a los dobles dígitos en puntos: Pepe (once),
Lete y Miguel (la decena cada uno). Los rebotes los pusieron Pepe y Miguel, con
siete cada uno, mientra los robos fueron cosa de Lete y Jose Cutiño con cinco
por cabeza.
La semana que viene, con tres
partidos, más y mejor.
Jose Carlos Cutiño