Cabeza
fría, manos calientes
Se jugaba nuestro equipo cadete masculino el salir
campeón de los Juegos Municipales a falta de un partido ante el otro equipo
invicto de esta fase final, Sideral Escuelas Francesas.
De entrada, el equipo contrario imponía mucho respeto.
Con una altura y una corpulencia bastante considerable –el equipo más grande de
la competición-, los siderales sabían perfectamente cuáles eran sus armas y
estaban dispuestos a usarlas... y vaya si lo hicieron. Bien entrenados, duros e
intensos, con y sin balón, nos exigieron desde el primer minuto, pero los
nuestros supieron gestionar el reto.
Estaba claro que en esta tesitura había que marcar
distancias pronto, evitar que los gigantes contrarios creyeran en la victoria e
imponer talento frente a músculo... Y los nuestros lo hicieron de libro.
Defensa de anticipación desde la primera jugada y primeras diferencias en un
visto y no visto, con Luis Pedroche on
fire y ejerciendo de gran capitán.
El primer cuarto fue un espectáculo, pleno de acierto y
marcó la pauta del partido, con Lete robando balones, Luis y Pablo anotando con
solvencia y Pepe, Miguel y José Cutiño peleando con enorme fuerza en las zonas.
El ritmo se mantuvo hasta mediados del segundo cuarto, en que un triple de
Pablo puso la máxima ventaja en el marcador, para llegar al descanso con
diecisiete puntos de ventaja tras alguna fricción que anticipaba que el partido
se iba a poner para hombres. Esto es basket, y a quién no le guste el contacto
tiene que dedicarse al Badminton.
Y así fue, tras el descanso la defensa de Sideral se cerró.
Seguíamos siendo eficaces atrás, pero se nos hizo la oscuridad en ataque en una
sucesión de choques que sacaron del partido a algunos de nuestros pilares. A
pesar de ello, llegábamos al último cuarto con catorce arriba y una buena
rotación en la que Adri, Dani y Alex daban relevos de calidad a unos compañeros
muy castigados. Además, el infantil Pedro Remesal se marcaba unos minutos muy
interesantes, demostrando madurez y valentía.
Solo había que mantener la cabeza fría para no entrar en
batallas en las que no había nada que ganar, y así lo hicimos, pese al amago de
lesión de Pablo, la rabia de Jose Cutiño, la sangre de Lete y los moratones generalizados
propios de un partido de los de verdad contra un rival muy serio.
Así, peleando, sabe mejor. Nuestro reconocimiento al
rival que tanto nos exigió, y Fuerza y Honor a nuestros gladiadores campeones...
Y a disfrutar del último partido que la semana próxima cerrará esta temporada.
José Carlos Cutiño
Delegado de Equipo