Pequeños Grandes Guerreros
Si después de perder en casa por
39 te vas con una sonrisa de oreja a oreja, y más a gusto que un arbusto, es porque has hecho algo
importante... y eso es lo que ha pasado este lunes en Mendigorria con nuestros
cadetes.
En un brutal comienzo de
temporada, en el que por mor de los ajustes de calendario, nos hemos tenido que
ver en dos ocasiones con un equipo con nivel físico y técnico de Campeonato de
España, como es el Betis, la contienda de vuelta no pudo tener un desarrollo más
esperanzador para el futuro. Sin duda, después de esto, lo mejor tendría que
estar por llegar.
Y es que para entender bien el
partido que hicieron los nuestros –que una semana antes habían sucumbido por
setenta puntos en la pista del mismo rival- hay que darse una vueltecita por la
pista durante el calentamiento y ver como son los angelitos del club
verdiblanco.
Con un 2,07 y varios otros
jugadores rozando los dos metros, la rueda de calentamiento ya era un
espectáculo donde disfrutar de Ismael, Álvaro Herrera, Marcos Rodríguez, Pablo
Marín... o nuestro Francisco Jesús... Daban ganas de pedir la cuenta e irse a
merendar a la Alameda.
Pues contra semejante armada
salían nuestros chavales, con las dolorosas bajas de nuestros dos capitanes, a
ver si éramos capaces de mantener el tipo y salvar la cara, porque las hazañas
de los Hoosiers, son cosas de película.
Sin embargo, fue empezar el
partido y perder el miedo a lo que podía pasar, porque los verdinegros dieron
una lección de casta y coraje, consiguiendo lo que parecía imposible ante los
colosos béticos: no irse nunca del partido, no arrugarse, seguir jugando su
baloncesto cuando lo sencillo era convertir aquello en un desastroso
correcalles.
La intensidad fue máxima, la
briega, una constante, el valor, de legionarios de Ronda, y el descaro, de
perroflautas del barrio... Un espectáculo era ver a nuestro Julio cogiendo diez
rebotes entre tanta torre, a Dani Galán defendiendo sin cesar contra sus
antiguos compañeros, a Juande más intenso que nunca, o a Yeico sin cortarse un
pelo para comerse chapas y cascarse triples sin perder la sonrisa. Pero es que
se sumaron Lete y Ávila para dar una salida de balón de manual, Javi y Salva
para demostrar que cuando hay tiro hay que tirar y Pedro Luque, Pedro Remesal, Victor y
Gonzalo para aportar trabajo y concentración.
Cuando en el último cuarto se
ataron los machos para conseguir aguantar un marcador más que digno (43-82), el
espectáculo lo puso el C.B. Fresas... y eso es para salir con una enorme
sonrisa, y para pensar en poner esa misma intensidad y esfuerzo en los rivales
que sí son de nuestra liga.
José Carlos Cutiño
Delegado de Equipo
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