En la mañana del pasado sábado 28 de noviembre nuestros
cadetes iniciaban la competición en la liga federado en esta rara temporada,
marcada, al igual que el final de la temporada pasada, por la restricciones impuestas
y derivadas del coronavirus.
Los cadetes se enfrentaban a un rival de gran nombre y
potencial, y aunque de una categoría inferior, los béticos poseen esta
temporada una de los mejores plantillas de los últimos años.
Jugado en el sótano del pabellón de San Pablo, el encuentro empezó
con un ritmo frenético, impuesto por nuestros chavales, llegando a distanciarse
en el marcador en 9 puntos, ventaja que duró poco, llegando al final del
primer cuarto con el marcador igualado a 21.
Con el paso de los
minutos el equipo verdiblanco fue intensificando la presión, y aunque nuestro
juego de ataque funcionaba bastante bien, la defensa no andaba, los infantiles
encontraban fácilmente huecos con solo un par de pases. Las rotaciones del
banquillo no conseguían solucionar el problema, todo lo contrario.
En el tercer periodo, sin ninguno de nuestros bases sobre la
cancha, cargados de faltas, la desventaja se dobló llegando a los 16 puntos. La
falta de Nico y Sergio en este cuarto condicionó el resto del encuentro.
En el último cuarto y con toda la carne en el asador, se consiguió
reducir la desventaja pero muy lentamente, dejando el marcador final en un
76-67 para el equipo local.
Hay que destacar, la aparición en ciertos momentos de una
gran fluidez del ataque, con movimientos de balón y pases rapidísimos que terminaban
encontrando tiros fáciles de media distancia. En el juego interior de ataque
destacó Pedro, pero se notó la falta de un acompañante defensivo como Nacho.
Sergio, Javi y Lucca fueron los máximos anotadores de los verdinegros.
Aunque la derrota fue cruel, la imagen del equipo fue buena y se vislumbra un futuro prometedor.
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