UNA SEGUNDA MITAD PARA CREER
Partido
complicadísimo el que esperaba a nuestro equipo cadete masculino en Coria para
dilucidar quién se quedaba –de momento- con la segunda plaza del grupo. Las
bajas de Manu y de Arturo limitaban nuestra rotación, lo cual resultaba un
serio handicap, especialmente en el cierre del rebote y la defensa interior,
obligando a nuestros aleros a jugar de cuatro y hacer sobreesfuerzos defensivos
frente a las torres amarillas, lo que mermaría su habitual frescura en ataque.
Todo
ello estaba previsto y preparado a conciencia, como demuestra que el grandísimo
equipo coriano solo pudo imponerse con claridad en un segundo cuarto que marcó
el partido con un doloroso parcial de 25-8 que marcó una distancia insalvable
para cualquiera, pero que nuestros chavales se empeñaron en dejar bien reducida
al final.
El
partido comenzó con las defensas imponiéndose a los ataques, aunque ello nos
costó que nuestros puntales defensivos empezaran a cargarse de personales
pronto. La desventaja de cinco abajo en el primer cuarto permitía pensar en que
daríamos batalla.
Así
sería, pese a que el segundo cuarto dejó malos presagios, por cuanto el
desacierto en ataque contagió a una defensa muy cohibida por la acumulación de
faltas del período anterior, hasta el punto de cometer solo dos faltas en esos
diez minutos, pese a recibir demasiados puntos.
Parecía
en el descanso que el encuentro estaba visto para sentencia con un 42-20 que
dejaba malas caras y peores sensaciones. Edu Solís demostró su capacidad para
recuperar anímicamente a sus chicos, con sucesivos cambios de defensa que
descentraron al CB. Coria, que se quedó en seis puntos. Lástima que el
desacierto en ataque en canastas claras, sin duda fruto de la ansiedad e
intimidación causada por los altos pivots contrarios, impidiera un acercamiento
mayor. 6-13 de parcial y convencimiento de que aún habia partido.
Y
vaya si lo había. Defensa de lujo, fluidez en ataque y, a poco más de dos minutos
y tras el segundo triple de Luis Pedroche, nos poníamos a nueve puntos, con la
grada local empezando a intuir que aquello podía terminar en derrota. No fue
así porque nuevamente la ansiedad en ataque tras grandes aciertos defensivos
nos impedía rentabilizarlos.
Tras
esa segunda mitad para creer y crecer, acabamos trece abajo -62 a 49- y con el
convencimiento de que la diferencia real es aún menor, aunque habrá que
enjugarla en Mendigorría después de dar la talla en los compromisos anteriores.
Luis Pedroche, Miguel Farnés y Pepe fueron nuestro
sostén ofensivo, con 14, 13 y 10 puntos, respectivamente, mientras en defensa
destacó el trabajo de Javi Núñez y Pablo, intensos y centrados siempre, junto
con los robos de un Lete que siempre termina siendo una pesadilla para los
bases y escoltas contrarios.