EL INFANTIL DEL C.B. FRESAS
CLASIFICADO PARA LA FASE FINAL DE LOS JJDDMM 2017/18 DEL IMD TRAS UN FINAL DE INFARTO CON SAFAUR
Ayer volvió a escribirse una página épica en
la historia de este pequeño club de la calle Fresas. Como
si de una leyenda homérica se tratara, llegábamos al final de la fase regular
IMD jugándonos el “ser o no ser” a un único partido. Sólo el vencedor pasaría a
la fase final.
La cita estaba programada para el sábado,
pero quiso Zeus con sus inclemencias meteorológicas y no sin incertidumbres de
última hora, que se retrasara el envite hasta mediados de semana. Daba igual,
bajo la lluvia del sábado hubiéramos vencido también como en Salamina.
Una vez pasada la tormenta, finalmente el
miércoles nos veríamos las caras en un partido a “todo o nada”.
Los precedentes habían sido dramáticos, en la
ida, en una batalla digna de la mismísima Maratón,
las huestes “persas urgelinas” habían estado a punto de doblegarnos en nuestra
cancha, en lo que probablemente hubiera supuesto, a pesar de lo temprano del
momento, el fin de las polis griegas de la calle Fresas en la competición. Habíamos
vencido la primera guerra médica.
Ya entonces demostramos que nos van los
lances épicos y que, aun siendo inferiores en número y recursos (sólo había que
fijarse en la diferencia física con los ya formados chicos persas del Safaur),
nuestras trabajadas técnica y táctica, así como nuestro espartano espíritu de
lucha, iban a darnos la única oportunidad que necesitábamos para sobrevivir, y
tras dos tiros libres errados por Safaur en el último segundo, en los que
tenemos que reconocer la mano de la diosa Fortuna (Tique en nuestra mitología
griega), eso es lo que hicimos, sobrevivir y seguir adelante.
Safaur volvería a intentarlo en la segunda
guerra médica, que a punto estuvo de librarse en Salamina, aunque definitivamente
llegaría el miércoles en las Termópilas de Nervión.
Allí nos encaminamos, griegos de primer y
segundo año, como atenienses y espartanos nos precedieran siglos a en el famoso
desfiladero.
En un soleado día primaveral, pronto
comprobamos que efectivamente nos habían citado en un sombrío y angosto lugar,
rodeado por pabellones escolares de la SAgrada FAmilia de
URgel. A pesar del gélido frío todavía invernal, no nos tembló el pulso.
Avanzaron la hora del envite, no nos tembló el pulso. Algunos atenienses
llegaron con el tiempo justo, no nos tembló el pulso.
Allí, encabezados por nuestro Leónidas
particular (Pablito Núñez), comenzamos la resistencia de las embestidas persas,
sabiendo que el tiempo jugaba a nuestro favor. La batalla
se resolvería en cuatro asaltos…
En el primero, salimos con un equipo que
realizó una buena presión, con
agresividad en cada jugada, Pablo Negrón, Manu, Javi. Corríamos y sacábamos
ventaja de las habilidades de nuestros bases Pablito y Sminker, que movieron el
balón con rapidez de lado a lado de la cancha para conseguir ganar el cuarto
con holgura. Final del cuarto y BRONCA, en mayúsculas, del entrenador “Jerjes”
de turno a sus jugadores. No le gustaba nada el cariz que estaba tomando la batalla.
El segundo asalto lo comenzamos con un equipo
nuevo y más alto, entraban algunos atenienses (Víctor, Carlos Paneque, Jaime),
que junto con el resto de griegos debían defender lo conseguido en el primer
asalto. Comenzaron algo fríos, no es de extrañar en el sombrío desfiladero en
el que nos encontrábamos. Hubo falta de rebote en defensa que hacía que el
equipo persa tuviera 2 o 3 oportunidades de tiro en jugadas de ataque y eso lo
aprovecharon para recuperar su desventaja. Progresivamente el equipo fue
cogiendo soltura, adaptándose al medio y metiéndose en el partido, con buenas
entradas y rebotes de Gerardo que junto con Manu tenían que batirse el cobre
con las torres persas. Con bastante esfuerzo se consiguió mantener la ventaja
de cuatro puntos al final de la primera parte (17-21).
Tras el descanso, Jerjes quemó sus naves y
los persas nos acometieron con todo lo disponible. Nosotros hicimos lo que
teníamos que hacer, una muy buena defensa, con Nico, Pablito, Pablo, Gerardo,
Sminker y Jaime (que como no podía ser de otra manera metió su triple de
costumbre). Defensa de piernas y metiendo la mano en momentos apropiados para
conseguir ya sea el robo de balón o lucha (se pitaron muchas en jugadas
defensivas de nuestro equipo). Sminker se empleó como un auténtico espartano,
luchando cada pelota. Todo el equipo perfectamente ensamblado por Paula desde
el banquillo estaba dando muestras de poder conseguir la victoria necesitada y
así la defensa fue protagonista y propició robos de balón que acabaron en
entradas sin oposición debajo del aro. Conseguimos terminar con uno arriba en
el marcador, la victoria estaba más cerca…
El último y decisivo asalto fue donde se
produjo el crucial desenlace y al igual que los anteriores transcurrió
igualado, con más dos y más tres a nuestro favor, pero sin llegar a desmontar
por completo al ejército persa.
Hasta tres tiempos muertos llegaron a pedirse
en los últimos minutos, Cronos parecía haberse parado, el ruido era atronador
con la llegada de hordas de seguidores persas que, sabedores de la cercanía e
importancia del desenlace, acudían para animar a los suyos. También los griegos
contaban con el apoyo de algunos padres y madres, que veían fajarse a sus hijos
en territorio enemigo, y de compañeros como Carlos Fernández, que desde el
banquillo alentaba y aconsejaba a sus amigos en estos momentos decisivos.
Pero los persas no contaban con un detalle
importante, frente al descontrolado Jerjes que vociferaba clamando Justicia,
Paula (por Palas) Atenea, siempre había estado de nuestra parte, infundiendo
tranquilidad a nuestros guerreros, incluso en este tramo final de la temporada. Sólo
tenéis que mover la bola, el tiempo
juega a nuestro favor, y los nervios en su contra.
Estos avatares nos llevaron al último minuto
y medio con 2 arriba tras tiro libre anotado por Pablo Negrón y balón para
Safaur.
El árbitro, cual ciega diosa Justicia, y es
que es difícil que un solo juez pueda ver todo lo que acontece en un envite de
esta categoría, paraba el crono una y otra vez, 1:30 con dos arriba Fresas,
pero balón para Safaur. 1:15, Defensa, 50, Defensa, 17, Defensa… ¡recuperación
griega! 12 segundos, tiempo y balón para Fresas. Ya faltaba poco…
Última posesión, Nico, con gran manejo de la bola, la guardó, recibió varias faltas, reclamó
mientras escondía la bola, no se
pitaba nada… y el crono seguía la marcha inexorable de la historia hasta
agotarse con la bola de partido en
manos de nuestro base y la victoria en nuestro lado.
Pitido final, bola al cielo de Nervión, C.B.
Fresas clasificado, sigue camino en IMD, ¡buen camino!, que diría un peregrino
en Santiago, y es que independientemente de lo que nos depare el destino, la
gesta ya está lograda, tras una temporada llena de vicisitudes con las lesiones
de Álvaro, varias de Nico, Edu, Marcos, y la colaboración de todos, Dani, Iván,
… chicos, habéis vuelto a superaros y a darnos una alegría a vuestros mayores
fans (vuestra familia y amigos).
Espartanos, Aur, Aur, Aur. (Víctor Correa)
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